domingo, 21 de abril de 2019

EL SABER QUE OCUPA LUGAR

Los argentinos hemos sido víctimas de saqueos y del colonialismo en formatos varios. Para eso fueron necesarios traidores internos e idiotas útiles. Ahora me pregunto si nosotros los progres, los librepensadores, los politizados, los que leemos un par de libros al año no hemos sido también idiotas útiles al adoptar de manera tan entusiasta las ideas llegadas del extranjero.
Pienso en esos intelectuales, en general franceses o alemanes, que desde hace décadas nos dicen cómo es el mundo y cómo combatir sus males. Intelectuales que acá (como en ningún otro lado) son tratados como estrellas de rock. Me pregunto si nuestro error histórico no ha sido escucharlos con exagerada devoción y actuar en consecuencia, a veces sin siquiera adaptarlos a la realidad local. Como si la argentinidad a través de una lupa importada se entendiera mejor.
No hablo de nuestros hombres de la independencia que leían los textos de la Ilustración francesa. Esa era una época sin muchos libros para llevarte al baño y sin papel higiénico esperándote. Me refiero al excesivo respeto que hemos tenido los doscientos años siguientes por todos los ismos foráneos, ismos que a veces se diluían muy rápido, en todos lados menos acá.
Si fracasamos tantas veces como país, como se comenta por ahí, quizá el error estuvo en tomar como propio un etnocentrismo ajeno (oxímoron si los hay), hacerlo entrar a los martillazos en nuestra realidad. Además eso nos obligó a confiar (no había otra) en los traductores y referentes locales, en los discípulos de cada gurú del pensamiento que andaba dando vueltas, y entonces las ideas llegaban a nosotros manipuladas, retorcidas, confusas.
¿Acaso está diciendo, Chiabrando, que no deberíamos haber participado en la polémica existencialismo sí, existencialismo no, que no deberíamos haber tomado como dogma las ideas socialistas/marxistas/comunistas, que no deberíamos haber desarrollado esa acromegálica fascinación por el psicoanálisis, que no deberíamos habernos tomado la posmodernidad con tanto entusiasmo?
Y yo respondo con otra pregunta: ¿Y si ese colonialismo intelectual hubiera sido para entretenerlos mientras que el poder económico nos seguía saqueando? ¿Y si hubiera sido sólo para vendernos libros y congresos? ¿Acaso es lógica nuestra infantil idolatría alrededor del mayo francés (pongamos)? ¿O son simples e inconfesables ganas de hacernos los parisinos y los cultos?
Es loco pensar que ha muerto gente por llevar adelante ideas pensadas para otras realidades, ideas que quizá nunca cuestionamos como se debía y que no hablaban de nosotros sino del joven francés de la posguerra, del burgués europeo del siglo XIX, del obrero de la revolución industrial o del obrero ruso, del campesino chino.
Quizá hubiera sido mejor jugar a plata o mierda. Adoptar desde un principio las ideas de Moreno, San Martín, Alberdi, incluso de los reaccionarios como Borges o Sarmiento, e ir por ese camino, aunque sea para desafiarlas, nos llevara adonde nos llevara. O bien mirar con más atención nuestro pasado americano, indígena. Pero, Chiabrando, ¿acaso me está diciendo que esa indiada que andaba en bolas pensaba el mundo? El mundo no sé, pero seguro que pintaban su aldea, y luego supimos (gracias a un pensador extranjero, otro oxímoron), que al pintarla pintaban también el mundo. ¿O esa idea sólo vale para los caucásicos educaditos y con buena prensa?
Pensemos en cómo estaríamos si hubiéramos rechazado las ideas extranjeras simplemente por eso. Usted me dirá que no podíamos hacer oídos sordos a las buenas ideas, que podría habernos ido peor. ¿Peor? Si después de ponernos las túnicas de todos los ismos de la tierra estamos otra vez contando las moneditas.
Por ahí dejamos pasar la oportunidad cuando nuestros abuelos llegaron escapando de la malaria y la muerte generada por el fascismo, en algunos casos, o por los delirios del estalinismo en otros. Quizá era ahí donde tendríamos (los argentinos) que habernos mirado más el ombligo.  Pero los que llegaban no lo dijeron con claridad y los que estaban acá no lo vieron.
Usted dirá que soy muy simplista, pero me parece que estar tan preocupados por el ser, la nada, la trascendencia y la inmanencia, poco tenía que ver con nuestros problemas del tercer mundo, urgentes y primarios: falta de comida, de guita, de libertad. A veces de vida. Es obvio (y nunca aclaro esto pero hoy sí) que lo digo desde la ironía, pero seamos honestos, ¿no les parece que a veces sólo nos están mareando con puro palabrerío?
El peronismo fue una manera de tener una idea propia sin depender del aval del ideario importado. Quizá eso ayudó al nacimiento de antiperonismo. El antiperonismo, con raíz en la clase media más ignorante, no iba a permitir una ideología que no viniera de París, como la cigüeña y las carteras Vuitton. El resto lo hicieron los cómplices y los idiotas útiles a los que me refería antes. 
Quizá el error de nuestros pensadores, fue haberlo dicho breve y comprensible porque no estudiaban en la Sorbona ni vivían en románticos altillos, sino que estaban corriendo la coneja o escapando de la guadaña del enemigo. Vea a Borges (otro oxímoron, no era pobre y era antiperonista), que con una frase o un texto de una página influyó en teorías literarias, en pensadores como Foucault, y quizá en ideas que decantaron en la posmodernidad. Pero no, eso es poco francés. Había que hacerlo difícil y escribir libros kilométricos que total en Argentina los van a comprar, leer e idolatrar. Incluso había que tomar una idea de Borges de dos párrafos para devolverla en libros y más libros que nosotros compraríamos porque ismo que viene de París es moda y no se discute. 
De los laberintos se sale hacia arriba, de las crisis se sale hacia delante. Para nosotros, ir hacia adelante es ir hacia atrás (oxímoron final, argentinos al fin), para poder mirar tierra adentro, hacia nuestros poetas y narradores de provincia, a nuestros intelectuales y maestros, a nuestros políticos aún confiables. Yo los invito a no respetar más esa ley que dice que está mal mirarse el ombligo. Yo digo: hay que mirarse más el ombligo y tener menos la cabeza en la luna de París o Frankfurt. 

domingo, 14 de abril de 2019

LA PARABOLA DEL REMERO

Conquistadores eran los de antes, que buscaban quedarse con el territorio, instalar una lengua, una cultura y llevarse el oro, la plata, las mujeres y además hacer esclavos. De esos conquistadores ya no hay más. El mundo está loteado y repartido, y el oro para saquear se acabó. Además existen otros métodos para instalar una cultura: Hollywood, Netflix, Facebook. 
Esos conquistadores funcionaban con tracción a sangre: remeros en las galeras. Desconozco si les daban un porcentaje del oro afanado o si les pedían esfuerzos extras con la promesa de que si los conquistadores se beneficiaban, los remeros también. Más bien creo que los amenazarían con tirarlos a los tiburones.
Pero por más que hayan cambiado las cosas, el afán de conquista no desaparece. Por motivos inexplicables, ciertos hombres se dedican a intentar que el resto viva como ellos, con sus creencias, sus dioses, su moral. También está el dinero, claro, pero no lo es todo, como ya verá, querido argentino mío. 
Ahora nosotros estamos bajo el embate de una nueva conquista. Nuestros conquistadores son chetos que se ríen como bobos todo el tiempo, pero en algo se parecen a los conquistadores del pasado: vinieron por todo. Vinieron a instalar una cultura cheta, antiperonista, cool, ja, ja, la mismita que rige en Barrio Norte de Buenos Aires, y también vinieron a llevarse el oro. Lengua no pueden instalar porque son burros y hablan como monitos bebés recién despertados de la siesta. 
En este caso los remeros somos nosotros, que funcionamos bajo amenaza (perder el trabajo o la casa) o porque, según nos dicen, si el barco se hunde, nos hundimos todos. Algunos remeros creen que si los conquistadores llegan al paraíso, ellos también. Otros se sienten parte de la conquista y quieren ayudar a instalar la cultura de Barrio Norte aunque ellos vivan en Villa Las Chapas. Son remeros que se imaginan viviendo codo a codo con los conquistadores, algo imposible y cuestión central de esta nota, como verá, ja, ja. 
Olvidadas las metáforas, sabemos que los conquistadores querían instalar una cultura repleta de gente boludamente feliz, ja, ja, y sin peronismo, ja. Pero por mucho que el conquistador vaya por todo, se lleva lo que puede. Y estos se dieron cuenta a los dos días de iniciada la conquista de que el proyecto de una nueva cultura estaba destinada al fracaso. Que el enemigo había sido fumigado, bombardeado, y que ahí estaba, díscolo pero vivito. También se dieron cuenta de que si insistían iban a lograr que gente que nunca se definió peronista lo haría por odio hacia ellos, hacia la cultura cheta-cool, la de los monitos que ríen siempre, ja, ja.
Así fue que se olvidaron del proyecto épico y se dedicaron a lo obvio: hacer guita, vaciar las arcas, beneficiar familiares y amigos, apoderarse del oro en forma de tierras, empresas. Y destruyeron un país. Lo encerraron en una caja a lo Schrödinger donde no se sabe si está vivo o moribundo. Ahora, ¿destruir un país por la guita, cuando ya tienen guita para vivir cien vidas? No, no, no… ja, ja… No se confunda, querido argentino mío, es algo más. Es al fin de cuentas instalar una idea cultural, otra. ¿Está confundido? Espere y verá, ja, ja.
Para entenderlo hay que tratar de meterse en la cabeza de los ricos. Hay que pensar en lo que ese rico tiene, pero sobre todo en lo que desea. Hay que hacerse la pregunta: ¿cuál es el deseo del que lo tiene todo? ¿Qué puede excitar a un millonario? Yo creo que ese deseo es una especie de desierto, un páramo, una nada. ¿Qué hay una vez bebidos todos los champagnes caros, comprados todos los autos lujosos, viajado a todos los hoteles caretas?
Entonces el conquistador recuerda a su compañero de aventuras, el remero. Primero porque si el conquistador fracasa, puede culpar al remero. Pero sobre todo porque el remero es la medida de probables futuros ya que se puede rebelar, tirar al conquistador al agua, quemar el barco, o simplemente negarse a remar.
Ahí es dónde nace el último deseo del conquistador. El deseo que faltaba. El último placer del millonario. Ese deseo es cortarle el camino de la prosperidad al otro. Si el otro es un colectivo humano, más placer. Si es toda una clase social, mejor. Cortarle el camino al progreso a todo un país debe ser un orgasmo difícil de empardar en la cama.
Los conquistadores tienen una última batalla cultural que dar. No dejar que el remero ocupe su lugar en el mando del barco, no dejar que sea feliz, no dejar que encuentre un paraíso, ni siquiera que pueda buscarlo. El conquistador es capaz de aceptar el naufragio si sabe que el remero también naufraga. Lo dice bien Elías Canetti (citado por Giacomo Marranao): "El tipo paranoico del poderoso puede reconocerse en esos individuos que buscan por todos los medios poner distancia entre ellos y los demás, porque ven en los demás una potencial amenaza a su propio cuerpo".
De ahí la necesidad de destruir el peronismo y los sueños de progreso del obrero, del remero, reme por los motivos que reme. A estos conquistadores les quedan seis meses para darnos esa última lección. Enseñarnos que nosotros debemos remar y nada más. La peor tragedia de los chetos sería que el barco se hunda con ellos adentro (simbólicamente, que vayan en cana) y nosotros nademos hasta la orilla y podamos comenzar de nuevo. Van a hacer todo lo posible para que eso no suceda. Van a quemar el barco, hundirlo, empeñarlo, regalarlo. De hecho, lo están haciendo.

miércoles, 10 de abril de 2019

SE ROBARON TODO (Y CASI NADA)

Vamos a hacer algunas especulaciones (independientemente de que las creamos o no) sobre el crecimiento patrimonial de C. F. K. y alguna comparación posterior, pequeño análisis incluído, con la situación actual del pais:

En 2.003, la ex Presidente acusó en su declaración jurada patrimonial la nada despreciable suma de siete millones de pesos. ($7.028.378)
En 2.011 (año en el que aun no había enajenado casi todas sus posesiones poniéndolas a nombre de sus hijos) declaró tener casi setenta y seis mil millones de pesos y tres millones cien mil dólares. ($75.812.110 mas U$S3.150.624)

Convirtiendo dólares a pesos, el crecimiento total del patrimonio es $209.000.000. Doscientos nueve millones de pesos. 
Crecimiento, mas patrimonio inicial, en números redondos: $216 millones.

Pero, exageremos. Supongamos que ocultó muuuuucho. Muchísimo. Creamos que tiene ¡10 veces mas!
Esto sería dos mil ciento sesenta millones de pesos.
Supongamos que tiene 2.160.000.000.
Recordemos que declaró 216.000.000.

Para que se tenga una idea:
Con ese monto se pueden comprar 3.278 pickups Toyota Hilux entrada de gama. Si se las pone en fila, paragolpes con paragolpes, por Av. de Mayo y luego por Av. Rivadavia, se cortaría en dos, por el lado mas largo, la ciudad de Buenos Aires. Nadie podría cruzar la ciudad de sur a norte. Inclusive habría una yapa que entraría en la provincia de Buenos Aires.

Toyota's en fila, partiendo al medio Bs. As.

Si fuese campo, ese monto se convertiría en 3.033 hectáreas de la zona núcleo, (norte de la Prov. de Bs. As., sur de la Prov. de Sta Fe) las de mas alto rinde para la soja y, por ende, las mas caras.
Esto es ¡¡¡una ciudad de 60 cuadras de largo por 50 de ancho!!! lista para sembrar soja.


Soja ocupando tres mil manzanas urbanas.

Parece muchísimo. Y es muchísimo.
Pero veamos de cuanto es el Presupuesto Nacional de 2.019.
La Nación cuenta para gastar, en 2.019, un total de $3.424.476.200.000.
Tres mil cuatrocientos veinticuatro billones con cuatrocientos setenta y seis mil doscientos millones de pesos.
No vamos a sumar los presupuestos provinciales que, entre todos, suman alrededor de un billón ochocientosmil millones de pesos.
Tampoco sumaremos los quinientosmil millones que suman todos los pptos municipales para 2.019.
Dejemos estas sumas para los kirchneristas cómplices corruptos que hubo en provincias y ciudades.
Pero volvamos al Ppto nacional 2.019.
Tresmilcuatrocientos billones de pesos.
A este Ppto del año 2.019, (teniendo como referencia que los corruptos kirchneristas tuvieron un mandato de 12 años) debemos multiplicarlo por doce.
En cifras exactas: $41.093.714.400.000.
A valores constantes.
Cuarenta y un mil noventa y tres billones con setecientos catorce mil cuatrocientos millones de pesos.

Ahora comparemos:
Habíamos dicho que, exagerando muchísimo, Néstor y Cristina Kirchner habrían robado $2.160.000.000. Dosmil ciento sesenta millones de pesos. (Una superficie en la pampa húmeda, lista para sembrar soja, grande como una ciudad de tres mil manzanas o, al valor del dolar de aquel momento, ¡veinticuatromil bolsos llenos de dólares!, con la misma cantidad, cada uno, que la que tenía el bolso (mas las bolsas "adjuntas") que José López revoleó sobre los tapiales del monasterio trucho.
Esta suma enorme, se ve empequeñecida cuando la comparamos con el Ppto nacional, sumado, de los últimos doce años, que es, recordemos, 41.000 billones de pesos.
Lo, supuestamente, robado por el kirchnerismo, es, apenas, el 0.0053% del presupuesto sumado de los doce años de gobierno Ka.

O sea que:
Por cada 10.000 viviendas que se hicieron, pudieron haberse hecho 10.005.
Por cada 20.000 Kms. de ruta que se hicieron, se hubieran podido hacer 20.010.
Por cada sueldo de $30.000 que el Estado le pagó a sus empleados, le podría haber pagado 15 pesos mas.
Por cada kilómetro de cloacas pudo haber hecho cincuenta centímetros mas.
Insignificante...
Pero, según la mirada, también podría ser significativo. Si los poquitos kilómetros de ruta que no se hicieron a raiz de los robos, dejaron aislado a algun pequeño pueblito, habría que preguntarles que opinan a sus pobladores. Lo mismo con las cloacas. Y con las cinco familias que estaban anotadas y se quedaron sin casa.
Además, todo dinero que se robe del erario público es un daño que, mayoritariamente, es sufrido por las clases baja y media, ya que los gobiernos no hacen countrys privados, no venden yates en cuotas fijas, etc. (Espero no estar dando ideas...)
Cualquiera podrá preguntarse: ¿se puede robar tanto?
La respuesta es sí.
No digo que haya sucedido. Digo que es posible. El poder da un halo de impunidad. Se puede hacer uso de él, o no. Y, cuando alguien se siente impune, en el marco del capitalismo, el primer delito que comete es el delito económico.
Creo, y ojalá seamos mayoría coincidiendo, que cualquier funcionario público al que se le demuestre que robó mientras estuvo en funciones, aunque mas no sea, un chocolatín, tiene que ir preso.
Dicho esto, considero que hay atenuantes a tener en cuenta. No para evitar la cárcel, sí para reducir el tiempo de prisión. Y ejemplifico el que considero el principal de los atenuantes: Si un partido político representa a los sectores mas humildes de la sociedad, mal puede competir, en recursos a utilizarse en las campañas proselitistas, con otro partido apoyado por las grandes empresas, los bancos, etc. Entonces, el político que está en el poder, administrando los dineros públicos, se las ingenia para volcar fondos para la campaña de su partido, para equipararlo con los que reciben el apoyo económico de los ricos. ¿Está bien? Por supuesto que no. Pero la pena que le corresponda deberá ser infinitamente menor que si el robo fue para su bolsillo.
Por supuesto, esta es mi visión. Pero yo no soy juez. Ni abogado. Apenas, periodista especializado en política.

Permítaseme una disgreción: Se le debería asignar, cuanto menos, diez veces mas dinero que ahora, a los partidos políticos para que los destinen a la campaña electoral. Pero no en base a los afiliados ni a los votos. Una suma igual para todos los partidos que lleguen al cupo mínimo.
Obviamente, tendrá que controlarse (y deberá exigirse una minuciosa rendición de cuentas) que ese dinero se destine, en su totalidad, a la campaña. Ni un peso mas, para que todos compitan en igualdad de condiciones. Prohibiendo todo aporte privado, excepto el esfuerzo militante de pintar paredes, volantear, etc. Y ni un peso menos, de modo que ningún dirigente eche a su bolsillo lo que está reservado para la campaña.
Siempre alguien se las va a ingeniar para transgredir la norma pero, si se extreman los controles, los montos que puedan escamotearse, serán pequeños.
Otra arista positiva sería el inevitable crecimiento de los partidos mas pequeños, lo que, indudablemente, le daría mas calidad y representatividad a la democracia ya que, al haber mas opciones, sería mas la gente que se vería identificada con tal o cual idea o postura, no como sucede actualmente, que, mas que elegir, mucha gente se ve obligada a optar, que no es lo mismo.
Ahora bien, si esto es tan bueno, ¿por qué no se implementa?...
Sí. Acertó. Para que se implemente tiene que haber mayoría parlamentaria. Y, ¿quién tiene mayoría parlamentaria? El que gobierna. O el que aspira seriamente a gobernar. Así que... nada de repartir la torta, nada de crecimiento de los partidos chicos, nada de anticapitalismo. Dentro del establishment todo. Fuera del establishment nada. Sigamos con la grieta. Que somos populares, ma non troppo. No sea cosa que crezca la gilada. Es decir: el mismo sistema se fagocita la posibilidad de trasparentar la política.
Fin de la disgreción.

Últimas consideraciones, (y comparaciones):
Desde que asumió la Presidencia de la Nación Mauricio Macri hasta el presente, y haciendo una muy moderada proyección hasta el final de su mandato, cada trabajador, registrado o no, y cada cuentapropista, habrá -habremos- perdido un 40% del poder adquisitivo de sus -nuestros- ingresos.
Estos números no son muy distintos a los que tiene el INDEC que, no olvidemos, dejó de funcionar durante los primeros seis meses de gobierno macrista, justo cuando se produjo uno de los mas salvajes zarpazos dados al bolsillo del laburante vía tarifazos record, aumento de combustibles, quita de subsidios, aumento del dolar y, lógicamente, una inflación que no se detuvo hasta el presente. Y el INDEC guardó esos seis meses en un agujero negro y empezó a medir a posteriori, sin dar dato alguno sobre ese período. Como si no hubiese existido. Para colmo, los dirigentes sindicales corruptos, amenazados con carpetazos y calmados con dinero de las obras sociales de sus sindicatos, reaccionaron muchísimo mas tarde de lo que debían, cuando la enorme pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores ya era irreversible. No hubo paritaria alguna en ese lapso ni en meses inmediatos posteriores.
Volvamos a los números.
El salario mínimo, a la fecha, es de $12.500.
El salario promedio, unos $22.000.
Los trabajadores registrados son 12 millones.
Los no registrados, 4 millones y medio.
Y hay 1 millón y medio de cuentapropistas.
Sintetizando:
18 millones de trabajadores.
Salario promedio $22.000.
Pérdida de poder adquisitivo 40%, $8.800.
8.800 x 18 millones= 158.400.000.000.
Cientocincuenta y ocho mil cuatrocientos millones. ¡¡¡Por mes!!!
48 meses=7.603.200.000.000.
Siete billones, seiscientostresmil doscientos millones en los cuatro años de mandato macrista.
No se está contando el desfasaje en el tiempo que produce la inflación. Todos sabemos que el aumento de sueldo llega cuando lo que consumimos ya aumentó. Y esto nunca es contemplado, por lo tanto, se resuelve con tarjetas cuyo interés sufre el consumidor. Ni hablar de la inflación en la canasta básica alimentaria, que es mucho mayor a la de la canasta "completa", y no es tenida en cuenta para el cálculo de aumento de salario a pesar de que media población consume solamente los artículos de esta canasta, o menos aun.
Los mas de 7 billones y medio de pesos mencionados en el párrafo anterior son la mas fabulosa transferencia de riquezas de la historia argentina.
Que quede claro. El dinero está. Sólo cambió de bolsillos. Con este plan de gobierno, ejecutado con total insensibilidad e incomparable desprecio por los pobres y los jubilados, se están beneficiando la Shell (Aranguren) el campo (Caputo y muchos etcéteras) los formadores de precios (Braun de La Anónima, cuarta cadena de supermercados del pais) los que lucran con la salud como Farmacity, (Quintana), etc. Los nombres de funcionarios y ex funcionarios del macrismo beneficiados son pura casualidad. Será también pura casualidad si aumenta la fortuna personal del Presidente luego de que finalize su mandato. Quizás Macri, simplemente, alegue que ha sido un "exitoso empresario", ya que no abogado. Que nadie piense que sus amigos le estarán devolviendo favores.
Y siguiendo con los perjudicados de esta fiesta pornográfica, (el pueblo) hay que apuntar un datito mas. Este gobierno, al decir de sus mas encumbrados funcionarios de economía al año de gestión, recibió el país con un crecimiento moderado del 2% pero, por sobre todo, practicamente desendeudado. Y lo devolverá con todo tipo de deudas a diversos organismos internacionales, en bonos emitidos, en uno de los casos, a ¡¡¡100 años!!!, etc. Y, como la recaudación bajó, debido a que no hay consumo, dado que mas del 95% del pueblo está sufriendo enormes pérdidas en su poder adquisitivo, (esto es de manual) el presupuesto apenas si alcanza para pagar gastos corrientes y poco mas. Por ende, sobreviene el endeudamiento. Y a pesar de ello, hace largo rato que el gobierno nacional paralizó y suspendió la mayoría de las obras. Por lo tanto, el pueblo aporta con sus impuestos para pagarle al Fondo Monetario y no ve ni una obra a cambio. Por el contrario, se desatiende la salud, se recorta en educación, se descuida el CONICET y toda el área de ciencia y técnica, etc. Una auténtica "pesada herencia" que dejará esta gestión.
Pero, volvamos a lo que se llama transferencia de riquezas. Este es el mas cruel y directo de todos los robos que un gobierno le puede hacer a su pueblo.
Técnicamente es transferencia de riquezas. Aunque esto es un eufemismo. Si llamamos a las cosas por su nombre, es un robo. Un saqueo.
Suponiendo que, desde el Presidente de la Nación hasta el último de los funcionarios del PRO-Cambiemos de todo el pais no se encuentre ni uno que haya robado un solo peso, esta gestión se despedirá habiéndole robado "legalmente" a su pueblo trabajador la friolera de 7.603.200.000.000. (Siete billones, seiscientos mil millones de pesos) Muchísimo mas que los dosmil cientosesenta millones que yo calculo, exagerando, pudo haber robado el kirchnerismo en 12 años.
Y ningún macrista irá preso por ese robo. Por ese ataque salvaje al bolsillo de los jubilados que cobran la mínima (que con Macri es mas mínima) y al de los mas humildes, que son varios millones.

Voy a hacer una última cuenta:
La "transferencia de riquezas" en los cuatro años de macrismo, dije que se puede estimar en $7.603.200.000.000.
Si a esta cifra la dividimos por los trabajadores que en total son 18.000.000. nos da: $422.400.
A ver si queda claro. A lo largo de los cuatro años de este gobierno, cada trabajador le habrá regalado a los amigos del Presidente Macri $422.400.
¿Se animan a poner un poquito mas, así cada uno de nosotros le regala un bonito 0Km. a los amigos de Mauricio?

Fiat Mobi. $489.000. Bonito regalo. Si encargamos 18 millones de ellos quizás nos hagan precio.

No queda otra alternativa. Por nosotros. Por nuestros hijos. Por nuestros amores. Por nuestros amigos. Por responsabilidad social. Recordemos aquel viejo acerto: Pienso, luego existo. Y adaptémoslo y utilicémoslo para las elecciones. Por favor. PIENSO, LUEGO VOTO.