miércoles, 27 de marzo de 2013

Paciente curado,CLIENTE MUERTO




           Investigación para no curar











Thomas Steitz, Nobel de Química, denuncia la corrupción de las corporaciones farmacéuticas


Publicado por Miguel Jara (@MiguelJaraBlog) el 2 de septiembre de 2011
El estadounidense Thomas Steitz ha asegurado hace unos días que “muchas de las grandes farmacéuticas cerraron sus investigaciones sobre antibióticos porque estos curan a la gente“. Steitz es premio Nobel de Química 2009 y dichas declaraciones las ha realizado en Madrid pero no ha sido motivo de noticia para la mayor parte de medios de comunicación españoles, su publicación ha sido más bien escasa.
“No quieren que la gente se cure. Prefieren centrar el negocio en medicamentos que sea necesario tomar durante “toda la vida”, dijo Steitz.
Investigador del Instituto Médico Howard Hughes de la Universidad estadounidense de Yale, Steitz averiguó el funcionamiento que debería seguir un nuevo antibiótico para combatir cepas resistentes a la tuberculosis que surgen sobre todo en el sur de África. El científico comentó en una rueda de prensa que el desarrollo de este medicamento precisa una gran inversión económica y la colaboración de una farmacéutica para avanzar en la investigación:
“Nos resulta muy difícil encontrar una farmacéutica que quiera trabajar con nosotros, porque para estas empresas vender antibióticos en paises como Sudáfrica no genera apenas dinero y prefieren invertir en medicamentos para toda la vida”, continuo.
No es la primera vez que un Premio Nobel hace declaraciones semejantes. En La Contra de La Vanguardia hace tiempo entrevistaron a Richard J. Roberts, Premio Nobel de Medicina de 2009. El titular era concreto: “El fármaco que cura del todo no es rentable“. Les reproduzco unas líneas:
“La investigación en la salud humana no puede depender tan sólo de su rentabilidad económica. Lo que es bueno para los dividendos de las empresas no siempre es bueno para las personas.
- Explíquese.
- La industria farmacéutica quiere servir a los mercados de capital…
- Como cualquier otra industria.
- Es que no es cualquier otra industria: estamos hablando de nuestra salud y nuestras vidas y las de nuestros hijos y millones de seres humanos.
- Pero si son rentables, investigarán mejor.
- Si sólo piensas en los beneficios, dejas de preocuparte por servir a los seres humanos.
- Por ejemplo…
- He comprobado como en algunos casos los investigadores dependientes de fondos privados hubieran descubierto medicinas muy eficaces que hubieran acabado por completo con una enfermedad…
- ¿Y por qué dejan de investigar?
- Porque las farmacéuticas a menudo no están tan interesadas en curarle a usted como en sacarle dinero, así que esa investigación, de repente, es desviada hacia el descubrimiento de medicinas que no curan del todo, sino que cronifican la enfermedad y le hacen experimentar una mejoría que desaparece cuando deja de tomar el medicamento.
- Es una grave acusación.
- Pues es habitual que las farmacéuticas estén interesadas en líneas de investigación no para curar sino sólo para cronificar dolencias con medicamentos cronificadores mucho más rentables que los que curan del todo y de una vez para siempre. Y no tiene más que seguir el análisis financiero de la industria farmacológica y comprobará lo que digo.
- Hay dividendos que matan.
- Por eso le decía que la salud no puede ser un mercado más ni puede entenderse tan sólo como un medio para ganar dinero. Y por eso creo que el modelo europeo mixto de capital público y privado es menos fácil que propicie ese tipo de abusos.
- ¿Un ejemplo de esos abusos?
Se han dejado de investigar antibióticos porque son demasiado efectivos y curaban del todo. Como no se han desarrollado nuevos antibióticos, los microorganismos infecciosos se han vuelto resistentes y hoy la tuberculosis, que en mi niñez había sido derrotada, está resurgiendo y ha matado este año pasado a un millón de personas”.
Desde luego se necesitan administraciones públicas que inviertan más en ciencia. De la buena, de la que tiene como objetivo a las personas. Los científicos han de ser más críticos con que en torno a un 80% de la investigación, al menos en nuestro país, esté en manos privadas. Así lo argumenta también Mariano Barbacid, como les comenté antes de las vacaciones cuando tuve la oportunidad de asistir a una cena en la que él era el protagonista. La investigación científica básica ha de ser pública en su mayor parte y la comercialización de sus resultados, por haber sido sufragada esa investigación con fondos públicos, ha de estar en manos de empresas o bien públicas o al menos cuyo control lo lleven organismos de la Administración específicamente preparados para ello y cuya gestión sea fiscalizada por la ciudadanía de manera democrática. Pero esto a lo mejor sólo son palabras pues como explica Roberts:
“En nuestro sistema, los políticos son meros empleados de los grandes capitales, que invierten lo necesario para que salgan elegidos sus chicos, y si no salen, compran a los que son elegidos.
- De todo habrá.
- Al capital sólo le interesa multiplicarse. Casi todos los políticos – y sé de lo que hablo-dependen descaradamente de esas multinacionales farmacéuticas que financian sus campañas. Lo demás son palabras…”.


6 Comentarios a “Investigación para no curar"

  1. Dr. javier Herraez dice:
    Quisiera hacer algunas matizaciones según mi humilde entender.
    Es cierto que se han dejado de producir nuevos antibióticos. La causa o una de ellas puede ser la que dices, no me extrañaría. Pero: ¡afortunados somos!
    Las farmacéuticas parece que se decantaron por las vacunas y enfocaron su maquinaria a los virus. Pero ¿por que somos afortunados?. Porque al perder la patente de los antibióticos dejaron de ejercer presión a los médicos para que los recetaran y comenzaron a permitir hablar de que su abuso es peligroso. Ahora ya un médico puede esperar y valorar si realmente son necesarios antibióticos en determinado paciente, y este salvarse del tratamiento innecesario, sin jugarse tanto el título como pasaba antes por la medicina defensiva en la que nos obligaban a entrar en el campo de los antibióticos. Ahora tampoco el paciente no va siempre exigiendo el antibiótico al médico, porque lo ha oído en la tele y cree que si no lo usa se puede morir, porque los media ya no hacen tanto énfasis en estas cosas porque los antibióticos son ya medicamentos baratos. Afortunadamente también la conciencia está mejorando y cada vez más gente confía más en su médico que en la tele en cuestiones de salud. En los media siempre darán noticias y recomendaciones sobre medicamentos caros y ahora les toca a las vacunas.
    Las resistencias a antibióticos (nuevas bacterias) han sido creadas por los antibióticos mismos y esto se estaba convirtiendo en un círculo vicioso. Cuando trabajé en Lanzarote había dos cosas muy positivas en el hospital. Por un lado era pequeño y sano: ventanas abiertas, sol, jardines. Digo era porque luego lo “normalizaron”. Y por otro no había obligatoriedad de someterse a un protocolo antibiótico, podías usar con un paciente uno y en el otro, con la misma patología, otro. Sabía y comprobé que así se curarían mas facilmente los pacientes y usando antibióticos no necesariamente de demasiado amplio espectro. El problema de las resistenccias se da en los hospitales por su uso indiscriminado (cosa que cada vez pasa menos) pero sobre todo por su uso protocolario (siempre los mismos y cada vez de más amplio espectro) y sobre todo porque son hábitats cerrados (sin ventanas abiertas) que favorecen la aparición de bacterias resistentes. Las bacterias peligrosas no vienen de fuera por las ventanas sino que se crean dentro, dejémoslas salir y dejemos entrar a otras mas inofensivas, ya se encargará la naturaleza de neutralizar a las anómalas creadas por los antibiióticos por simple competencia biológica. ¿Es tan extraño este razonamiento?.
    Pero volviendo al principio, si leemos los estudios o recopilaciones e integraciones, de estudios oficiales, de Heinrich Kremer, deducimos facilmente que los antibióticos (no todos) destruyen el material genético. Los genes están en nucleo celular y mitocondrias (antiguas bacterias). El nucleo tiene mecanismos de reparación, pero las mitocondrias no. Las mitocondrias, y sus genes, se heredan independientememente porque el óvulo lleva mitocondrias de la madre y estas se reproducen por sí mismas (como bacterias que son/eran). Podemos deducir de ello los inconvenientes de tanto antibiótico.
    En cuanto a las infecciones y la tuberculosis en particular, ya sabemos desde que lo descubrió Hamer, que son mecanismos de limpieza biológica de tejidos que hay que descomponer mediante bacterias. La tuberculosis pulmonar en África no es causada porque no usen antibióticos, sino porque tienen unas condiciones de vida peores y cuando te curas del miedo a morir, como pasa también en las postguerras, aumenta el número de tuberculosis naturalmente. Una persona sana y feliz no se contagia de tuberculosis, es una enfermedad poco contagiosa. La prueba de tuberculina positiva no significa que tienes la enfermedad sino que tienes “buenas defensas contra la enfermedad” porque la has pasado antes y seguramente ni te has enterado. Como es habitual nos confunden churras con merinas según le interese a uno u a otro. Yo no digo que no haya que tratar las tuberculosis: sólo que hay que hacerlo cuando pueda ser mortal, es decir en una minoría de casos. Pero para detectar estos casos los médicos tendrían que conocer medicina de Hamer: Nueva Medicina Germánica. De hecho en realidad no se tratan todas tampoco pues sólo se tratan los que son diagnosticados, afortunadamente.
    Es cierto lo que dices en el artículo pero los argumentos que das pueden llevar a malentendidos y he querido humildemente comentarlos.
    Un saludo
  2. Brussy dice:
    Me refresca saber que hay medicos como tu. Espero te imiten aunque sólo sean la mitad de tus colegas.
    Un abrazo y gracias Javier H.
  3. Txu dice:
    Las farmaceuticas se decantan ahora por las vacunas porque resultan ser un negocio casi redondo:
    1. No es preciso estar enfermo para ponerse vacunas porque las reciben los que están sanos, con lo que la clientela es mayor.
    2. No hay apenas demandas a las compañías por los efectos adversos, porque como todo el mundo sabe, todas las vacunas, sin excepción, son muy segurasy no producen efectos secundarios graves, y cuando se sospechan, siempre se acaba encontrando otra causa que por supuesto no tiene nada que ver con la vacuna, o finalmente es el propio afectado el que simula su mal porque padece histeria.
    3. Los estudios y ensayos clínicos de alcance prácticamente les salen gratis a las compañías, con inicio muy rápido del negocio debido a las campañas prematuras de vacunación públicas.
    4. Ni siquiera necesitan invertir en publicidad comercial, ya que esta la hacen ahora los políticos, los comités de vacunas y las sociedades médicasinteresadas.
  4. Esenciaveda dice:
    [...] “No quieren que la gente se cure. Prefieren centrar el negocio en medicamentos que sea necesario tomar durante “toda la vida”, dijo Steitz. … merece la pena seguir leyendo… [...]
  5. Eiswomann dice:
    Como siempre gracias Miguel. Muy, muy interesante este artículo, palabras que vienen de un premio Nóbel. Como siempre se confirma la verdad que se repite continuamente en la historia, “el poder y el amor al dinero es el dios de este mundo”.
    Muy buena su aportación, dr. Herraez. Me encantaría poder tenerlo como médico personal.
  6. Otra Txu dice:
    Hace más de 10 años una frase cambió mi percepción de la industria farmacéutica:
    “Paciente curado, CLIENTE MUERTO”.
    Es bestia, pero es así.
    Automáticamente, pensé en la necesidad objetiva de la nacionalización de dicha industria.
    Así, al menos, tendría un teórico control político. No en vano el sector público es su mayor pagano. Las funciones tradicionales del cliente, decidir comprar, consumir y pagar, en estos casos suelen repartirse entre 3: El médico prescribe, el paciente consume y el sector público paga.
    El problema, es que el sector público también paga las pensiones…
    ¿Alguien tiene una idea mejor?

viernes, 22 de marzo de 2013

PARA TENER UNA BUENA CAGADA






Siete ventajas de sentarse en cuclillas
  1. Hace la eliminación más rápida, más fácil y más completa. Esto ayuda a prevenir el "estancamiento fecal", factor central en el cáncer de colon, la apendicitis y la inflamación intestinal.
  2. Protege los nervios que controlan la próstata, la vejiga y el útero, evitando que se restiren y se dañen.
  3. Sella con seguridad la válvula ileocecal, entre el colon y el intestino delgado. En la postura sentada convencional, esta válvula carece de soporte y muchas veces gotea durante la evacuación, contaminandoel intestino delgado.
  4. Relaja el músculo puborrectal que normalmente cierra el recto para mantener la continencia.
  5. Usa los muslos para soportar el colon e impedir tensiones. Las tensiones crónicas en el inodoro pueden causar hernias, diverticulosis y prolapso del órgano pélvico.
  6. Es un muy eficaz tratamiento no invasivo para las hemorroides, según indican publicaciones clínicas de investigación.
  7. En las mujeres embarazadas, estar en cuclillas evita la presión sobre el útero cuando van al baño. Estar en cuclillas diariamente ayuda a preparar a la futura madre para un parto más natural. 

 



 


Referencia: Tagart REB. The Anal Canal and Rectum: Their Varying Relationship and
Its Effect on Anal Continence, Diseases of the Colon and Rectum 1966: 9, 449-452.
Bosquejo histórico
El hombre, al igual que sus compañeros primates, siempre ha usado laposición en cuclillas para la eliminación. Los infantes de todas las culturas adoptan instintivamente esta posición para hacer del baño. Aunque le parezca raro a alguien que no ha tenido esta experiencia en toda su vida, esta es la forma en la que el cuerpo humano está diseñado para operar.
Y esta es la forma en la que nuestros ancestros realizaban sus funciones corporales hasta mediados del Siglo XIX. Antes de eso, los inodoros en forma de silla solamente habían sido empleados por la realeza y por los discapacitados. Pero con el advenimiento de las cañerías dentro de las casas en los años 1800 se inventó el inodoro en forma de trono,22 para dar a la gente ordinaria la misma "dignidad" antes reservada para los reyes. Ni el plomero ni el constructor de muebles que lo diseñaron sabían algo acerca de la fisiología humana, y creyeron sinceramente que estaban mejorando la vida de la gente.
El nuevo artefacto simbolizaba el "progreso" y la "creatividad" de la civilización occidental, y mostraba que el hombre podía “mejorar” la naturaleza y trascender las prácticas culturales primitivas que observaban los pobres e "ignorantes" nativos de las colonias. El "peso del hombre blanco" tipificaba la condescendiente actitud victoriana acerca de las demás razas y culturas.
La industria británica de la plomería rápidamente instaló cañerías dentro de las casas e inodoros en todo el país. Los grandes beneficios de higiene hicieron que la gente dejara pasar un grave error ergonómico: La posición sentada dificulta e impide completar la eliminación, y obliga a ejercer presión.
Quienes no dejaron de advertir estas desventajas tuvieron que quedarse callados porque esos asuntos no se podían mencionar. Más aún, ¿cómo podían criticar la forma de "hacer sus necesidades" de la Reina Victoria misma? (El inodoro de ella era dorado, como correspondía a la "Emperatriz de la India".)
Así, como en la fábula del emperador desnudo, el inodoro se aceptó tácitamente. Fue una aceptación reticente, como evidenció la popularidad de los "bancos para estar en cuclillas" que vendía la famosa tienda Harrods de Londres. Como se muestra en la figura de la izquierda, esos bancos simplemente elevaban los pies, en un burdo intento de imitar la postura en cuclillas.

Conozca más sobre esta comparación 
Conozca más sobre esta comparación
El resto de Europa occidental, y también Australia y Norteamérica, no quisieron aparecer menos civilizados que Gran Bretaña, cuyo vasto imperio en esa época la convertía en el país más poderoso de la Tierra. De esta forma, en unas pocas décadas, la mayor parte del mundo industrializado había ya adoptado "El nuevo trono del emperador".
Hace 150 años nadie pudo predecir cómo iba a afectar este cambio a la salud pública. Pero hoy muchos médicos culpan al moderno inodoro por la alta incidencia de varias enfermedades graves. Los países occidentalizados tienen tasas mucho mayores de enfermedades pélvicas y del colon, como ilustra este reporte en la Revista Israelí de Ciencias Médicas:
La frecuencia de enfermedades del intestino (hemorroides, apendicitis, pólipos, colitis ulcerosa, síndrome de intestino irritado, diverticulosis y cáncer de colon) es similar en los sudafricanos blancos y en la población de los países occidentales prósperos. Entre los sudafricanos rurales negros con estilo de vida tradicional, esas enfermedades son muy poco comunes o casi desconocidas.19
En las siguientes secciones se examinarán esas y otras enfermedades con más detalle para mostrar cómo es que la antinatural postura para hacer del baño puede producir esa gran gama de efectos perniciosos.


Baños de tiempos antiguos

Ancient Public ToiletsLas fotografías de los baños públicos antiguos tienden a confundir a los occidentales, quienes suponen que se usaban en la posición sentada. Esa impresión se refuerza muchas veces por las poses cómicas de los turistas.
Pero en realidad se trata de baños para estar en cuclillas.

Ancient Public Toilets
Están elevados, y no son para sentarse, pero debido a que hay una cloaca abierta en la parte inferior, las aperturas en la pared vertical permitían limpiarse con el agua, lo cual se hace desde el frente cuando se está en cuclillas.
Comical Tourist
El caballero a la derecha se sorprendería al saber que, excepto por la realeza y los discapacitados, todo mundo empleaba lapostura en cuclillas hasta la segunda mitad del Siglo XIX.22 

Fuente , y mas información relacionada con el parto acá.No tiene desperdicio.