domingo, 26 de julio de 2020

LA PESADUMBRE


Qué es esta piedra que cargo sobre mis hombros desde la mañana a la noche. Qué es esta pesadumbre, esta sensación de que haga lo que haga mañana será igual o peor. ¿Esa piedra, estuvo siempre ahí o apareció en estos días tremendos? Quizá somos más frágiles de lo que creíamos. Una plumita en un huracán, vea. Tantos libros, filósofos y consejos para llegar a la conclusión de que la vida había sido vivir tapados con una manta corta, angosta y apolillada.
Bueno, me digo, tampoco es para tanto, Chiabrando. Dejate de joder. Qué importa si a la hora de hacer un balance solo encontrás problemas de trabajo, cuentas pendientes de luz, gas y teléfono, deudas con el banco y la AFIP, moratorias esquivas, la imposibilidad de ver a tus hijos, tu viejo en un hogar amagando con escaparse. Qué importa, si también está lo otro…
Qué será lo otro, me pregunto. Ahhh… ya sé: la familia, el amor, los placeres terrenales, los amigos y los éxitos circunstanciales. Es que se hace difícil pensar en eso en medio de esta pesadumbre, acosado por la sensación de que detrás de cada pequeña alegría hay una gran tormenta.Bueno, me digo, tampoco es para tanto, Chiabrando. Dejate de joder. Qué importa si a la hora de hacer un balance solo encontrás problemas de trabajo, cuentas pendientes de luz, gas y teléfono, deudas con el banco y la AFIP, moratorias esquivas, la imposibilidad de ver a tus hijos, tu viejo en un hogar amagando con escaparse. Qué importa, si también está lo otro…
Y si logramos estar felices, aunque sea por el momento, seguro que nos atacará la pesadumbre de saber que familiares, amigos, vecinos, contemporáneos en suma, viven para el orto, algunos de ellos pasando hambre o en la calle, siendo que en el mundo hay comida para todos y más casas vacías que gente sin techo.
El error, Chiabrando, es hacer balance hoy, con cuarentena, frío y lluvia. Pero si, me digo otra vez, nacemos con más deudas de las que se pueden pagar en una vida de trabajo y penitencias. Y tapás un agujero y se destapan tres. A veces parece que no hay soluciones, solo parches. Parafraseando a Lennon, la vida es eso que pasa mientras vamos de parche en parche.
No me tomen por pesimista. No milito eso de que la vida es una mierda. Pero una vida de trabajar, pagar y volver a trabajar para volver a pagar, suena horrible, ¿no? Que el premio sea tomarse una botella de vino de mediana calidad y precio cada noche no consuela mucho. Y el futuro no pinta mejor: más deudas, más líos de trabajo.
No por nada el negocio de los remedios (sobre todos el de los dolores imaginarios) es cada día más grande. Remedios de farmacia y remedios de entretenimiento. En el afán de que no salgamos a incendiarlo todo, el sistema inventa un espectáculo tras otro, un juego tras otro.
Qué horror. ¿Será que la iglesia tenía razón? ¿Que vinimos a esta tierra a sufrir porque la felicidad está en el cielo, en Marte, en Andrómeda? Y para colmo las recetas de la abuela que se cumplen cada vez menos: ni cada uno tiene lo que merece, ni se recoge lo que se siembra, ni Dios aprieta pero no ahorca, ni el tiempo pone las cosas en su lugar, ni los malos pagan por el daño que hacen. Peor aún es que a veces no haya más remedio que creer en estas tonterías. O en dioses esquivos o más bien ausentes.
Usted me dirá que los que tienen más no sufren la pesadumbre porque tienen menos problemas. Y yo le digo que quizá no, porque viven con el miedo de que se lo quiten. El gobierno, los pobres, los comunistas, los venezolanos. O no son felices cuando ven que otros intentan ser felices. Como diría Ángel Cappa, no son felices si no sufren. Quizá el antiperonismo sea simplemente eso, no querer que el vecino laburante se coma un asado el domingo y le escape por un rato a la pesadumbre.
Quizá esta pesadumbre es existencial y estaba ahí, tapada por la velocidad de vivir. Una mezcla de no estar a la altura de las circunstancias de una época que exige demasiado, de no poder ser feliz por tanta injusticia (ahora que todo se sabe, se sufre por el vecino y por el pobre de Bangladesh) y a la vez de no poder obedecer el mandato de ser inevitablemente feliz y de perseguir el éxito.
Bueno, Chiabrando, me digo una vez más. Déjate e joder. Es hora de que aflojes con tanta mala onda. Y a no desesperar. Pero yo no desespero. Simplemente cuento lo que siento mientras estoy encerrado, con lluvia y frío.
Ahora vendría bien recordar a Marshall Berman en su libro “Aventuras marxistas” cuando, citando otro libro, dice (va de memoria) que la angustia de tipos como Van Gogh, Poe, Baudelaire, Marx, etc., ha generado “gran parte del capital espiritual con el que aún vivimos todos”. Ese sería, según esta cita: el motor que nos trajo acá.
Quizá esta molesta pesadumbre sea eso, el motor de lo que se viene, el motor de la necesidad de barajar y dar de nuevo, o de quemarlo todo para volver a construir desde las cenizas.

domingo, 12 de julio de 2020

LAS ARMAS DEL ENEMIGO






Cada vez que veo una película donde indios en bolas pelean contra un ejército espero que los indios levanten las ametralladoras de los soldados que caen o huyen. A veces grito “largá la lanza y levantá la ametralladora, indio burro, que te van a matar”. ¿Qué me quiere decir, Chiabrando? ¿Qué debemos usar las armas del enemigo? ¡Y claaarooo…! ¿Nadie vio cuando Indiana Jones revienta a los nazis con una bazuca Made in Germany?
 Y no solo robárselas, si es posible perfeccionarlas. A un cañón, un cañón más grande. A una buena estrategia, una estrategia mejor. No estoy diciendo que hay que espiarlos o meterlos presos sin pruebas como hicieron ellos con los nuestros. No estoy pidiendo construir un gulag (con lo caro que están los ladrillos). Digo que enfrentamos un enemigo sin límites, al que le sobra plata y paciencia. Y lo hacemos con frases de amor y paz mientras corremos detrás de los acontecimientos y nos agotamos en dar explicaciones.
En el progresismo/izquierda/peronismo ha calado demasiado hondo eso de que somos corruptos o ineptos, fogoneado desde los medios. Debe ser (supongo) la vergüenza de no ser lo suficientemente buenos, de no ser perfectos. Y el esfuerzo se dilapida en parecer mejores que ellos ¡y en ser mejores de lo que realmente somos!
Ellos tiran cañonazos y nosotros proponemos diálogo. Pero el pacifista (el dialogador en este caso) también está en guerra cuando el enemigo se la declara. También es guerra cuando una de las dos partes te tira una bomba en la cabeza. Ahí ser pacifista (o dialogador) es ser tonto o víctima. Lo dijo bien Sun Tzu en “El arte de la guerra: “…no debemos confiar en la posibilidad de que el enemigo no esté acercándose”.
El enemigo siempre va a atacar. O lo entendemos o seguiremos siendo corderitos. Un blanco fácil. Indios que corren hacia las balas. Y mientras los malos siguen perfeccionando sus armas nosotros le decimos al mundo que está mal usarlas.
¿Por qué queremos vernos angelicales buenos si igual el enemigo nos ve diabólicos y perversos?
¿O acaso esperan que el enemigo se vuelva bueno?
¿Y por qué ganamos cada tanto, Chiabrando? Porque hay otras armas, como la política tradicional, porque el azar juega sus cartas, porque el enemigo se regodea en el éxito y pierde el rumbo. Pero es muy obvio es que ya no basta con una radio, un programa de televisión y un par de tuits. No se puede poner todas las fichas en la canasta de la política tradicional. A veces basta. La mayoría de las veces no. No bastó en EEUU ni en Brasil ni en Ecuador, etc.
¿Cómo mostraban las historietas la bravura de nuestros indios? ¡Andando a caballo, arma de los conquistadores! Y no me diga que no estamos en guerra. No es hora de tibiezas, vea. Si le molesta la palabra armas usemos herramientas. ¿Qué herramientas? Todas: usar las redes como corresponde, tener medios nuestros, quitarle las subvenciones al enemigo, leyes que castiguen al que miente, al que difama. ¿No existe, acaso, el Durán Barba de los buenos? Para combatir a los jodidos, hay que tener jodidos en las filas. ¡Qué vuelvan los monjes negros!
A las ideas o proyectos hay que hacerles una puesta en escena. El macrismo te instalaba cinco temas por día, regalaba empresas, bajaba leyes y cambiaba jueces. Y ni te avisaba. Marchábamos contra uno mientras te enchufaban los otros cuatro. Y al día siguiente te abrochaban con otros cuatro. Si el tema Vicentín se hubiera rodeado de una batería de proyectos y no se hubieran transmitido casi por cadena nacional, quizá (quizá) los “je suis…” ni se hubieran enterado.
Tampoco estoy diciendo que el presidente haga la gran Churchill, que hablaba en el parlamento con un alambre dentro del habano para que la ceniza no cayera y distraer a sus oponentes. Estos es imposible e improcedente: Alberto no fuma.
No se puede correr detrás de la agenda de ellos. De esta forma siempre se llega tarde. Hay que decirlo: daba mucha pena ver a nuestros dirigentes ir a los medios a explicar ¡que la vicepresidenta no es una asesina!
El asunto de ser demasiado buenos es que no solamente te está mirando el enemigo. También te están mirando los amigos, que esperan que les mejores la vida.
No todo puede ser la política clásica, movilizar y ocupar los espacios públicos. A pesar de eso, en el 2015 la derecha nos ganó y fundió y empeñó el país. Si volvimos es porque (entre otras cosas) había un cincuenta por ciento de inflación. Si el pan hubiera costado la mitad te quiero ver…
Cuando el gordo del barrio te corría para pegarte no valía de nada recitarle un poema sobre la amistad. Había que pegarle también. O correr… Pero correr no es vencer. Otra vez Sun Tzu: “Quedarse a la defensiva indica falta de fuerza (…) la posibilidad de victoria (radica) en el ataque”.
Usted me dirá que (a manera de ejemplo) no hay que influir en la justicia, que hay que respetar la división de poderes. Uy… qué terrible pecado cometeremos. Qué crimen de lesa humanidad. Qué dirá el mundo de nosotros. ¡Lo mismo que dice ahora!
Hay que volver a la entrañable figura del monje negro, tener trolls para contrarrestar los de ellos, instalar la agenda cada día, pegarles una patada en el culo a los cuadros políticos de ellos que aún están en áreas de gobierno, incluido a sus jueces, modificar las leyes que sean necesarias. Devolver piña por piña, un DNU por cada fake news.
Y por último, y no lo menos importante: que los tipos que vendieron el país vayan presos. No podemos inculcarles valores a nuestros hijos, no podemos hablar de futuro si los traficantes, lavadores y mafiosos caminan entre nosotros como si nada.

viernes, 3 de julio de 2020

El Polimorfismo de Günther Enderlein y Gaston Naessens

La biología moderna está acabada (…) Es muy probable que primero la generación actual de biólogos, médicos y científicos tenga que pasar para dar entrada a una nueva con una mente más abierta, libre del corporativismo, prejuicio e intereses creados. Nos da igual esperar, la verdad triunfará.
Si retrocedemos más de 100 años, el monomorfismo de Pasteur venció. Este error de juicio de la biología lo lleva sufriendo la medicina y la humanidad estos pasados 100 años. Tal vez usted lector no se dé cuenta de la trascendencia de este error, pero le afecta muy directamente.
Aplicado al campo de la biología, Louis Pasteur (Químico y Biólogo) uno de los principales impulsores del monomorfismo llegaba a la conclusión de que los microbios, independientemente de su especie u origen, eran inmutables, es decir de una sola forma o estructura. Según el monomorfismo la sangre y los tejidos sanos son estériles, de modo que es imposible el desarrollo de microbios o bacterias. Según este postulado, lo importante es el microbio, el terreno es secundario o no tiene importancia.
El polimorfismo o pleomorfismo, defendido por Enderlein, Bechamp, Naessens y muchos más,  afirma todo lo contrario, el terreno es lo importante. Dependiendo del terreno, las bacterias pueden transformarse, cambiar de forma, adaptarse a las nuevas condiciones, es decir, de ser inofensivas a ser patógenas.
Esto es muy importante. Solo un ejemplo. La medicina actual (monomorfista) considera el cáncer como una enfermedad localizada que después se generaliza. El polimorfismo considera el cáncer como una enfermedad generalizada que después se localiza. Dependiendo del punto de vista que asumamos así se tratará esta enfermedad. La medicina actual espera a que aparezca el cáncer (localizado) para tratarlo, el polimorfismo (en el que sin saberlo muchos terapeutas se basa la Medicina natural) intenta mejorar las condiciones de vida de la personas, su terreno, para que no llegue a localizarse. Cuando se localiza es porque, por lo general, ya hemos cometido errores antes en nuestros hábitos de vida y su localización es un esfuerzo extremo del organismo por aislar algo que está haciendo daño.
De modo que el monomorfismo da más importancia al medicamento que al alimento, a la terapia química que a la prevención, a la bacteria que al terreno, el polimorfismo al revés.
Günther Enderlein y Gaston Naessens, entre otros, con sus investigaciones con el microscopio de campo oscuro y el somatoscopio respectivamente, observaron, estudiando sangre en vivo, como la sangre es un excelente caldo de cultivo para todo tipo de bacterias que se desarrollan a partir de pequeños corpúsculos llamados microzymes (Bechamp), protitos o endobiontes (Enderlein) y somatidas (Naessens). El nombre nos da igual, lo importante es su efecto en el organismo y su ciclo bacteriano.
Con el video que ponemos a continuación queremos colaborar en clavar, si es posible, el último clavo en el ataúd del monomorfismo y la biología actual. Deseamos atarle una piedra de molino al cuello y lanzarla al mar, o ser la mano del verdugo que deja caer la cuchilla de la guillotina en el cuello del monomorfismo para que nunca más extravíe a la humanidad.

 
EXPLICACION DEL VIDEO
Esta es nuestra contribución. Llevaba mucho tiempo tratando de grabar lo que han visto o van a presenciar en el video. No es fácil conseguir el momento de la transformación de los simbiontes sanguíneos, pero al final aquí está el testimonio. Para el final les dejo una sorpresa.
El video es una composición de 5 videos diferentes. Los cuatro primeros han sido tomados en menos de 40 minutos de intervalo. El último, solo pretende ilustrar de forma contundente la desaparición o muerte de los eritrocitos (glóbulos rojos) de la cuarta sección.
Datos técnicos
Microscopio: Optika B-500 TDK
Cámara digital: 5 Megapixel.
Resolución: 2592 X 1944
Muestra: Sangre en vivo sin tinciones
Tiempo: 7 horas desde la extracción
Velocidad: Algo ralentizado sobre la velocidad normal
(…) Si se dan cuenta al final de la primera sección, justo cuando la bacteria (ascito, sinascito, etc., como lo quieran llamar) que está entre los glóbulos rojos empieza en su centro a cambiar de forma, corté el video. No me di cuenta, fue una lástima el no tener la secuencia completa sin interrupciones. Cuando revisé el video al minuto, fue cuando noté el cambio de forma que estaba empezando a ocurrir. Rápidamente volví  a empezar a grabar y tenemos la segunda secuencia que es la más larga.  Hemos hecho unos cortes para que el video no sea excesivamente largo.
Pero si comparamos desde el comienzo del video hasta el 5,30 minuto la diferencia es abismal. Si tuviéramos que decir que es el mismo ser vivo (vemos las dos fotografías) seguro que no lo creeríamos, pero lo son.
 
 
 
Si buscamos la causa real de esta transformación es difícil asegurar cuál es, pueden ser muchas, pero está claro que las condiciones del terreno en el que se mueve la bacteria van cambiando con el paso de los minutos al estar la sangre fuera de su medio natural. El pH se va acidificando y los simbiontes sanguíneos se adaptan a esas nuevas condiciones.
Por último hemos puesto la secuencia cuarta y quinta para ilustrar una curiosidad, que seguro muy pocos biólogos, microbiólogos o médicos han visto jamás, la muerte de un glóbulo rojo.
Si comparan la tercera sección del video con la cuarta notarán que en la cuarta hay menos eritrocitos o glóbulos rojos. Observen como aquellos que han desparecido, solo (en la cuarta sección) han dejado un pequeño rastro de su existencia. En esta ocasión no tuvimos la oportunidad de grabar su desaparición, pero recientemente en otro video sí tuvimos esa oportunidad (sección quinta). ¡La naturaleza nos deja verdaderas obras de arte hasta en la muerte, tanto de un glóbulo rojo como de una estrella!
(...) Lo que han visto durante este video en su conjunto  ¿qué es, una bacteria, un parásito de la sangre, otro espécimen? ES UN GLOBULO ROJO DESDE EL PRINCIPIO HASTA EL FINAL. Ya había sufrido su primera transformación en sinascito o forma bacterial antes del comienzo el video. Esto no estaba en la sangre al principio de la extracción, era un simple glóbulo rojo. Los simbiontes que conviven en su interior (microzymes o protitos o somatidas) son los que provocan que los glóbulos rojos de la sangre, así como las plaquetas y los glóbulos blancos sufran en muchos casos (no siempre) y de muchas diferentes formas una metamorfosis. En este caso parece como si quisiera volver a su forma original, pero no pudo. Esto ya lo hemos visto en muchas ocasiones.
Sí, la sangre es un excelente caldo de cultivo para todo tipo de bacterias, virus, levaduras, etc. Decir que la sangre es estéril es una estupidez biológica de tamaño colosal. En Wikipedia si buscan por el término “bacteremia” verán que les dice que “la sangre es normalmente un medio estéril”, normal, es el punto de vista oficial de la biología monomorfista actual. Pero lo peor de todo no es el error, lo peor es querer perpetuar el error. Aportamos este granito de arena  para que aquellos que todavía tenga en su mente ese hambre de verdad, ese espíritu de curiosidad, de inconformismo, despierten de su letargo biológico, se quiten sus ataduras universitarias y empiecen a buscar la verdad (…).