Inevitablemente, casi contra mi voluntad voy a la cita, la de esa incertidumbre como pared de angustia y aguante, impecablemente andrajoso a fuerza de esas voluntades de competencia hacia el Olimpo.
Como decía, voy a la esquina de las calles miedo y cansancio, ahí cerquita de la plaza curiosidad, que si hace buen clima quizás me encuentre el tiempo, ese que pasa y no se queda y sabemos que está y no lo vemos y parece que lo sentimos pero es ilusión y transcurre a pesar nuestro y que se mide en ciclos pero que en definitiva es como un asiento contable: una abstracción numerada.
Como decía, algunos creen que dios es contenido y continente, el todo autoportante, pero el tiempo es mas grande, lo supera, lo atraviesa, porque hasta el mas fiel creyente busca un tiempo para estar con su dios o diosas o dioses o diosa; el tiempo es imprescindible, y tan pleno y tan inmutable, casi atemporal.
Como decía, la cadena de momentos tiene un orden, y orden de suceder para que lo que fue, es y será, siga siendo una cadena de momentos, un regalo para el regocijo de nuestra cosmovisión:
"Telegrama urgente para tu cerebro: ¡somos efímeros!"
Como decía, darle tiempo al tiempo para que haga cualquiera, desde arruinar todo hasta arreglar todo, con un mínimo o máximo de tiempo acontecen universos, en un segundo puede pasar cualquier cosa, en un segundo, ¿segundo?, claro, primero está el tiempo.
Como decía, hay alucinaciones del tiempo comprobadas científicamente, como el caso de los satélites del gps que la sincronía de los relojes entre los orbitales y terrestres se debe a que los satelitales son retrasados respecto a los terrestres, sin embargo el tiempo permanece fiel a si mismo acá o el el culo del cosmos:
"¡Chupala Einstein, cerebrito repodrido, y vos también Hawking, rengo de mierda!"
Como decía, hay pelotud@s que piensan que el tiempo se pierde y pelotud@s que piensan que no tienen tiempo, es mas, hay pelotud@s que no encuentran tiempo ni para cagar, y ni te cuento de los soberbios que pretenden administrar tiempos, como si lo chuparan de algún lado y lo metieran en barriles.
Como decía, hablar del tiempo no es joda, santo Tomás de Aquino decía que si le preguntaban sobre el tiempo, no sabía, pero si no le preguntaban, si sabía, ridiculeces de uno de los mas grandes exponentes corporativos que desnuda la gran ignorancia sobre el tema que tiene la empresa caga-almas, y así y todo siguen con el yeite de la posta del fin de los tiempos y demás sanatas; como si el tiempo fuera plural:
"¡Aviso: aflojen con el boludeo de la fe que están garcando a toda la humanidad!"
Como decía, la percepción del tiempo es tan retorcida que ni siquiera es subjetiva, porque no tenemos un puto órgano que nos informe, y hay much@s desquiciad@s que han elaborado complicados conjuros en un desesperado intento de suplir esa ausencia y así nos va, perdiendo la la vida propia y ajena en un tempus fugit:
"Conclusión: si supiéramos algo del tiempo aunque sea lo hubiéramos imaginado"
Todo esto, palabras mas, palabras menos, me lo transmitió el Terry, un entomólogo que trabaja limpiando los biorsi de una borrachería cuando toca el acordeón a piano mientras pasa el lampazo.
En realidad el me iba a contar de su gran descubrimiento: como se masturban en masa las hormigas negras los primeros minutos del plenilunio, pero se le acabó el tiempo cuando un 14 se enojó porque le limpió el vómito todavía calentito y ahí nomás le metió 52 puñaladas.
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