sábado, 21 de diciembre de 2013

Quizás en las grandes ciudades no existan niños yunteros, pero si los hay de vidas apuñaladas de desidia.
Y lo peor, hay progenitores de la desidia.
Hasta no arreglar esto, ni muertos podemos descansar en paz.

2 comentarios:

Daniel dijo...

Ese álbum de Serrat es el más profundo sin dudas y ese tema, terrible.

Moscón dijo...

Dani hoy los pibitos ni siquiera son explotados, directamente son ignorados, no hay lugar ni para que coman de las migajas.
Que se mueran con la rebeldía reventada contra el monolítico sistema, su sangre y sesos serán buena fuente para los huevos de las moscas si no llegan a carne de presidio para justificar la administración de justicia que justifique la importancia del poder judicial, que para eso está, con diseño barroco y detalles eclécticos adornando una burocracia inepta que supimos conseguir muy acorde y eficiente en boludeces.